Con este proyecto se llevó la construcción y se pretendió lograr un diseño arquitectónico “ad hoc” al restaurante homónimo. Como resultado se obtuvo un espacio que provoca las mismas sensaciones, que manifiesta calidez e invita al deleite de los sentidos. Así es como la Arquitectura pasa de ser de un efímero contenedor a ser un repertorio de sabores, aromas y texturas, siendo la envoltura impregnada con la esencia del pan. 

Se pretendió tener desde la entrada unas puertas que abrieran de par en par, para tener un remate visual y olfativo del pan. El piso es bicrómatico para dar un contraste y dinamismo al espacio.