Casa CV
2012
Formas minimalistas son las que juegan con la gravedad, sombras y contrastes que dialogan entre sí, integrándose en el contexto. Naturaleza en armonía con la edificación, en la fachada principal denota colores monocromáticos, dando una apariencia densa en los volúmenes.
La luz participa de forma permanente gracias a las grandes dimensiones de las ventanas.
El espacio conformado por cocina y el family room, adecuadamente comunicados por la puertas que funcionan como elementos delimitantes y al mismo tiempo dan la sensación de apertura.
El lobby impone libertad, ya que su flujo tanto horizontal, como vertical, debido a su doble altura, remarcan a la imponente escalera. Los materiales y los matices de color hacen una perfecta sincronía, ya que muestran una profunda expresión entre el blanco el contraste de la madera y el negro del acero.
El edificio y el contexto se integran al emplearse materiales pétreos, para dar una sensación de imponencia y el uso de la madera da calidez, crea un juego de contrastes que distinguen al proyecto.
La fachada posterior se expresa en monovolumen de silueta ortogonal y trazo minimalista, se erige elegantemente en el paisaje; la cancelería realza el espacio interior delimitándolo, de trazado aparentemente azaroso pero adecuadamente distribuido en el contraste traslúcido/opaco.
Casa CV
2012
Formas minimalistas son las que juegan con la gravedad, sombras y contrastes que dialogan entre sí integrándose en el contexto. Naturaleza en armonía con la edificación, en la fachada principal denota colores monocromáticos, dando una apariencia densa en los volúmenes.
La luz participa de forma permanente gracias a las grandes dimensiones de las ventanas.
El espacio conformado por cocina y el family room, adecuadamente comunicados por la puertas que funcionan como elementos delimitantes y al mismo tiempo dan la sensación de apertura.
El lobby impone libertad, ya que su flujo tanto horizontal, como vertical, debido a su doble altura, remarcan a la imponente escalera. Los materiales y los matices de color hacen una perfecta sincronía, ya que muestran una profunda expresión entre el blanco el contraste de la madera y el negro del acero.
El edificio y el contexto se integran al emplearse materiales pétreos, para dar una sensación de imponencia y el uso de la madera da calidez, crea un juego de contrastes que distinguen al proyecto.
La fachada posterior se expresa en monovolumen de silueta ortogonal y trazo minimalista, se erige elegantemente en el paisaje; la cancelería realza el espacio interior delimitándolo, de trazado aparentemente azaroso pero adecuadamente distribuido en el contraste traslúcido/opaco.
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